Una vida entre números y voltios: el viaje de Manuel por el mundo de la energía

Manuel Rodríguez Velasco es hoy uno de los líderes clave detrás de la evolución financiera de Bia, una empresa que está transformando la manera en que las organizaciones entienden y gestionan su consumo energético. Su formación en Finanzas y Relaciones Internacionales, su experiencia en sectores tan exigentes como el energético y el tecnológico, y su pasión por construir cosas nuevas lo han llevado a trazar un recorrido tan diverso como profundo.
Enamorarse de los números a liderar desde la energía
Aunque su carrera universitaria comenzó con una inclinación hacia las relaciones internacionales, rápidamente descubrió que su afinidad con los números y la economía era más fuerte. Las finanzas lo atraparon, y fue en su primera pasantía, en una empresa de proyectos de energía eléctrica, donde no solo encontró su vocación, sino también su industria.
Desde entonces, su crecimiento fue acelerado: pasó de pasante a gerente financiero en apenas tres años, liderando procesos financieros complejos en proyectos de autogeneración y cogeneración eléctrica. Esa etapa temprana fue una escuela intensiva en finanzas corporativas, estructuración de deuda y liderazgo de equipos en crecimiento.
Luego vendrían nuevas etapas igual de desafiantes: una maestría en Escocia en estudios energéticos, una pasantía en Ghana en generación de energía para minería, la fundación de una empresa energética en Colombia —donde estructuró desde cero un proyecto que aún hoy está en operación— y finalmente su paso por tecnología antes de regresar a su verdadero norte: la energía.
Desde 2022, Manuel hace parte de Bia, donde es parte del Founding team y lidera la estrategia financiera con la misma energía con la que comenzó: construyendo desde cero, con propósito.
¿Qué ha aprendido en el camino?
Entre tantas etapas, una habilidad ha sido constante: la capacidad de mantener la calma, incluso en los momentos más inciertos.
Manuel ha entendido que trabajar en sectores como el energético no viene con manual. No hay fórmulas fijas. Por eso, cuando las decisiones son complejas o los desafíos aparecen sin aviso, ya sea en compras, planeación, tesorería o estrategia. Lo esencial es no perder la serenidad.
Sabe que el rol de un líder no es solo resolver, sino también inspirar confianza. En sus palabras, "uno tiene que ser un referente de calma y enfoque", especialmente cuando se está construyendo algo completamente nuevo, como sucede en Bia.
Y si hay algo que lo mueve, es justamente eso: crear lo que antes no existía. Sentir que cada día se construye algo nuevo, con impacto real, es lo que le da sentido a su trabajo.
Su equipo: el mayor orgullo
Si hay algo de lo que Manuel habla con emoción genuina, es de su equipo. No como un cliché, sino como una convicción.
En Bia, ha sido testigo (y parte activa) de la construcción de un equipo que combina tres cosas difíciles de encontrar juntas:
- Capacidad técnica excepcional: cada persona domina su área con rigor y precisión.
- Respeto profundo por su profesión: lo que entregan debe estar bien, porque así entienden el valor de su rol.
- Compromiso inquebrantable con el propósito de Bia: cuando algo inesperado ocurre, el equipo se adapta, responde, soluciona.
Desde llevar una tarjeta a una fiduciaria hasta estructurar una operación financiera compleja, el equipo lo da todo, sin perder el foco, sin perder el respeto por lo que hacen.
Esa combinación de disciplina, excelencia y compromiso humano es, para Manuel, lo más valioso que han construido en estos años.